• Diario La Nación - 30 de Agosto de 2009 - Editorial
  "Educar según los valores sociales".
  Hace algunos días, en la localidad de Erice, Italia, tuvo lugar un encuentro internacional en el cual la educación social fue uno de los temas centrales. En esa ocasión, la licenciada Lourdes Majdalani, directora del Centro para el Desarrollo Moral de la Fundación Majdalani dio a conocer los resultados de una significativa experiencia pedagógica realizada en la provincia más austral de nuestro país. Con el título "Tierra del Fuego educa en valores", se concretó una propuesta originada en la Subsecretaría de Cultura de aquella provincia, luego coordinada con el Ministerio de Educación provincial, a fin de que el plan de tareas previsto se cumpliera en escuelas de esa jurisdicción.
  La experiencia cumplida en 2008 estuvo a cargo de aproximadamente 500 docentes de un total de 22 escuelas públicas y privadas fueguinas, cuyas sedes están radicadas en Ushuaia, Río Grande, Tolhuin y Lago Escondido. Los resultados de las actividades cumplidas fueron realmente positivos al estimarse las actitudes y conductas reveladas por los chicos en el conjunto de casi 5000 alumnos pertenecientes a los niveles inicial y EGB 1. Se apreciaron avances en el comportamiento del 96 por ciento de los chicos. Los cambios favorables se observaron en las llamadas actitudes prosociales, manifestadas en acciones de respeto, cooperación, solidaridad, reconocimiento y expresión de las emociones. También se pudo estimar que las intervenciones docentes más eficaces para la enseñanza moral fueron la reflexión, el diálogo, la reparación y el empleo de recursos didácticos adecuados.
  El proceso iniciado continúa en el año actual, en cuyo desarrollo los docentes involucrados asisten a cursos de capacitación. La experiencia es realmente plausible, por sus objetivos de formación moral de la niñez, por sus propósitos de vincular estrechamente escuela y familia, por sus logros precisos de comportamientos de valor ético. Desde luego, las metas alcanzadas son todavía provisorias y requieren una continuidad coherente a través de los años de escolaridad.
  El clima de calidez afectiva que en la actividad escolar primaria puede crearse, los recursos que maneja el docente ante los chicos, la posibilidad de servirse de situaciones cotidianas que dan pie a subrayar las actitudes y conductas arriba señaladas, y el juego de las circunstancias que abren paso al enunciado de normas elementales de convivencia pueden confluir para educar según los valores que la sociedad necesita.

[Volver a los artículos]