• Diario El Sureño (Tierra del Fuego, Ant. e Is. del Atlántico Sur) - 26 de Abril de 2009 - Desarrollo
  "La importancia de educar en valores".
  Los niños deben aprender a diferenciar lo bueno de lo malo y la escuela es el segundo ámbito donde aprender, en este sentido los docentes tienen un rol fundamental. Es una de las ideas que plantea el programa «Tierra del Fuego educa en valores» que llegará a niños de entre 4 y 8 años de todas las escuelas de la provincia. María Lourdes Majdalani, capacitadora, dialogó con El Sureño y manifestó que «el maestro siempre tiene que buscar el tiempo para prestarle atención a los chicos».
  La familia es la primera escuela de la vida y la escuela es el segundo ámbito en el cual los niños pueden aprender los valores que forman a una persona buena, íntegra, coherente y capaz de estar en sociedad. El rol del docente es en este sentido fundamental.
  Con el objetivo de reforzar esta idea, 2009 es el segundo año consecutivo que se aplica el programa «Tierra del Fuego educa en valores» en Ushuaia, Río Grande y Tolhuin. Pero a nivel provincial este año se hizo un salto significativo y en las próximas semanas se llegará a niños de entre 4 y 8 años de las 56 escuelas de la provincia, y se sumó la escuela de la Antártida y alumnos rurales.
  Alrededor de 230 docentes del Nivel Inicial y EGB 1 de diversos establecimientos educativos de Río Grande asistieron jueves y viernes a la capacitación a cargo de la licenciada Lourdes Majdalani.
  En los encuentros los docentes se fueron con herramientas en la mano y técnicas para aplicar los conceptos fundamentales del proyecto. Luego de la capacitación, Majdalani dialogó con El Sureño y explicó cómo padres y docentes pueden fortalecer el desarrollo moral de los niños.
  
  El Sureño: ¿Cuál es el rol de la escuela ante un objetivo tan amplio como lo es el educar en valores?
  Majdalani: La escuela tiene la responsabilidad de ser como el segundo ámbito donde se educa al niño. La primera es la casa, la segunda la escuela. No sólo eso, el adulto docente está en interacción significativa con el niño, el chico con el cual trabajamos de 4 a 8 años pide permanentemente que le fijen un límite, pide el por qué, pretende que el docente lo cuide, entonces decimos que tenemos que educar en valores en la escuela así como también en casa. Por otro lado hoy el docente está mucho tiempo con el niño, y el chico a veces viene de hogares donde los límites no se viven tanto, donde hay un margen de más libertad y el docente tiene que contener, tiene un doble rol, como docente primero y luego como un papá postizo.
  
  El Sureño: ¿Debe ser algo habitual hablar de valores en la escuela?
  Majdalani: Tiene que ser habitual, no estamos hablando de valores porque hay crisis, esa es una realidad, pero el docente en la escuela siempre tiene que educar en valores porque es el segundo ámbito, porque el docente es importante, porque es un adulto referente para el niño, y así como buscará a la mamá para que le diga algo, también busca al docente para que le diga qué está bien y qué está mal. La escuela es el común denominador de la sociedad, no es un espacio donde enseñar solamente a sumar y restar, también hay que enseñar a ser bueno, compasivo, solidario; es un ámbito ideal para hacer campaña.
  
  El Sureño: ¿Cuáles son los errores para revertir en la educación de hoy?
  Majdalani: Hay docentes que lo hacen y muy bien, pero a veces por falta de tiempo y el estar en muchas cosas hace que no se den cuenta. Me parece que es simplemente prestarle atención al niño, ver lo que le está pasando y en lugar de no intervenir porque no hay tiempo, tomarse el tiempito y decir no, prefiero poner un límite, establecer una consecuencia y ayudarlo a que repare el daño. Es preferible tomarse ese minuto con el chico, interrumpir la clase y ver qué está pasando. A veces lo que nos falta es tiempo, y es entendible, porque vivimos en una sociedad que vive corriendo, docentes que tienen dos turnos, por eso lo que falta es a veces ponernos a pensar.
  
  El Sureño: ¿Qué aspectos debemos tener en claro los padres en el día a día?
  Majdalani: Tanto en la escuela como en la casa, las reglas deben tener un sentido, y detrás de cada regla debe haber un valor que la haga consistente. Es muy diferente pedirle a un hijo que ordene su cuarto porque será más fácil encontrar los juguetes, a dar la orden sin explicaciones. El niño asimilará el valor del orden porque la regla tiene algo que la sostiene.
  
  El Sureño: ¿Qué pasa cuando la familia no se involucra?
  Majdalani: Sí, de hecho otra cosa que planteamos en los cursos de capacitación a los docentes es ver qué hacemos cuando recibimos a un niño que se desborda porque en la casa se viven otros desvalores. Entre no hacer nada y hacer algo, siempre es mejor hacer algo. Y por otro lado cuando el chico crezca y entienda que en ese ámbito las reglas se cumplen, uno puede confiar en el adulto, el niño puede reparar el daño y no es un horror y no se lo humilla, empieza a entender que hay otro sistema que funciona y mejor. Podemos hacer y mucho desde la escuela.
  
  El Sureño: ¿Cómo fue la experiencia del año pasado?
  Majdalani: En un corto plazo fue muy buena. Hemos revertido casos de hurtos y de mentiras en un par de meses. Y esas experiencias llegaron a las casas, los papás se enteraron y se hace un círculo virtuoso. Creo que también llega a la comunidad, porque el hecho de que la sociedad se entere que esto está pasando, hace que nos planteemos cómo estamos llegando a los chicos.

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