• Diario La Nación - 17 de Septiembre de 2001 - Información General
  "Valores que se aprenden en la Escuela".
  La Fundación Majdalani creó un programa que forma moralmente a niños pequeños.
  "Mi mejor regalo es mi familia." (Sebastián.) "Si alguien necesita tu ayuda se la tenés que dar. Por ejemplo, yo ayudo a Joaquín a caminar." (Esteban.) "Yo lo ayudo a papá a lavar el auto, porque si lo ayudo lo hace mejor y más rápido." (Bautista.) "Ser diferente no es feo. A mí, por ejemplo, no me sale la erre." (Manu.)
  Las anteriores son frases de los chicos con los que trabaja la Fundación Majdalani. Basadas en que a ser solidario, a respetar al prójimo, a amar, a ser responsable, también se puede aprender, tres profesionales de la Fundación Majdalani crearon un proyecto para educar en los valores a niños de entre cuatro y ocho años.
  Fue fundada en 1973, para la asistencia médica y material, para sostener la donación de equipamiento médico para instituciones e individuos. Sin embargo, la grave crisis ética que vive nuestra sociedad hizo cambiar el rumbo de la entidad. Desde hace tres años destina fondos a la investigación y el diseño de proyectos educativos que aporten una solución a la profunda falta de valores.
  El Centro para el Desarrollo Moral de la institución se dedicó a investigar temas morales y, luego, nació el Proyecto Valores. "Hay muchos formadores de adolescentes, pero no hay nadie que eduque a los chicos", explicó Lourdes Majdalani, licenciada en Ciencias Políticas y Filosofía, una de las autoras de la iniciativa.
  "Entre los cuatro y los ocho años es la etapa crucial en la formación de valores -agregó-. A los cinco años, el chico empieza a razonar y a los ocho nace el juicio crítico, que le permite distinguir entre el bien y el mal."
  Junto con la educadora y máster en gestión educativa María Alejandra Dold y la consultora pedagógica Sara Onganía, Majdalani puso en práctica este programa que apunta a despertar la conciencia moral de los niños, ayudándolos a que internalicen los valores humanos y comiencen la formación de un correcto espíritu crítico.
  El Colegio San Esteban, de la localidad de San Fernando, se convirtió en el establecimiento piloto.
  "La única manera de hacerlo sistemáticamente era por medio de un colegio", dijo Majdalani. Los lunes y viernes, las maestras llevan a las aulas el tema de los valores humanos universales con actividades motivadoras.
  
  También en casa
  El proyecto involucra el aprendizaje de 18 valores y tiene un programa anual. Cada año se trabajan los valores con un personaje distinto.
  Los chicos se llevan, una vez a la semana, el muñeco a sus casas, junto con un cuaderno viajero, que tiene como objetivo que trabajen estos temas con los padres. Porque el tercer eje del proyecto, además de la formación docente y el trabajo con los chicos, son los talleres para padres.
  En realidad, es la tarea en la casa de los alumnos lo que apuntala el trabajo en el aula. Y fueron los propios padres los que instaron a las profesionales a seguir adelante: "Hicimos un año de prueba y los mismos padres nos pidieron que siguiéramos", reconoció Majdalani.
  El San Esteban fue el primero, pero ya recibieron pedidos de muchas escuelas. "Los colegios se convirtieron en la zona de amortización emocional. Es evidente que las escuelas sienten la crisis ética; los docentes perdieron autoridad y respeto, y por eso es importante que se capaciten", dijo.
  "Como todo lo que se relaciona con la educación, los resultados no se ven a corto plazo. La escuela tiene que seguir con esta formación", afirmó.

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