• Fundación Horacio Zorraquín - Boletín Informativo N°3 - Junio de 2010
  "La educación en los valores"
  Un valor es algo que se tiene como bueno, como apreciable. Algo que se quiere alcanzar. Si pensamos en valores tales como el respeto o la responsabilidad, por ejemplo, lo que tenemos como bueno y apreciable son las conductas que dan cuenta de esos valores. Apreciamos como algo bueno la actitud de pedir permiso, de pedir perdón o de no gritar para expresar una opinión. Una persona que pone en práctica estas actitudes ha internalizado el valor del respeto. De la misma manera, una persona que cumple una promesa o se hace cargo del daño que cometió, es una persona que ha internalizado el valor de la responsabilidad. ¿Cómo hacemos para que los niños comiencen a poner en práctica las conductas que los llevarán a internalizar los valores morales fundamentales? ¿Cómo hacemos para educar en los valores?
  
  Tenemos que saber que para que una actitud se instale y se haga propia, necesitamos trabajar no sólo con el área de la conducta sino también con el área cognitiva y el área emocional del niño. Es muy importante fomentar aquellas actitudes prosociales tales como el pedir perdón, el devolver algo que no es propio, el compartir. Pero al hacerlo, es bueno que el niño involucre su cognición y su emoción. Por eso muchas veces los educadores dirán frases tales como "pensemos qué podemos hacer para que tu amigo se sienta mejor" o "¿cómo te sentirías si te pasara lo mismo?" Las conductas que se sustentan en la cognición y en la emoción perduran en el tiempo. Porque con el tiempo, el niño no sólo sabrá por qué una conducta es mejor que otra -ya ha comprendido el concepto del valor- sino que también se habrá ejercitado en la empatía de ponerse en el lugar del otro, lo cual lo fue ayudando a desarrollar la sensibilidad necesaria para hacer el bien.

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